
Traducido por José M. Hernández Lagunes
Hace un par de meses escribí un artículo sobre el sistema de desafío usando ABS (bolas y strikes automatizados por sus siglas en inglés), inspirado en el podcast Effectively Wild. El sistema, en uso en ligas menores y probado en los entrenamientos de primavera de Grandes Ligas este año, permite a los equipos apelar las decisiones de bolas/strikes al seguimiento automatizado de lanzamientos. Corregir una decisión incorrecta puede cambiar el curso de un partido. Digamos que un bateador tiene cuenta de 2-1 y aguanta en el siguiente lanzamiento. La temporada pasada, si ese lanzamiento se cantaba como bola, con la cuenta en 3-1, le producía, en promedio, un OPS de 1.013 al bateador. Si se cantaba strike, con la cuenta en 2-2, el OPS esperado del bateador era de .578. Acertar esa decisión en cualquier momento puede inclinar la balanza a favor del equipo del bateador o del lanzador.
Me centré en un caso específico: las bases por bolas para dejar tendido al rival. Específicamente, consideré las bases por bolas con bases llenas y la cuenta en 3-2 que terminaron el partido con un walkoff. Con la cuenta llena, el bateador camina a primera y luego se une a la celebración en home. Sin embargo, si ese último lanzamiento hubiera sido strike, regresaría a la caseta y el juego continuaría. La decisión del umpire puede determinar quién gana el juego.
En este artículo, analizaré la otra cara de la moneda: un tercer strike cantado que pone fin al juego. Como te puedes imaginar, hay muchos más ponches cantados que ponen fin al juego que bases por bolas que lo hacen. Estos últimos solo pueden ocurrir con un walkoff. Los primeros pueden ocurrir en cualquier juego. El 30 de abril, Jake Burger, de los Rangers, fue declarado out con dos outs y ninguno en base en la última entrada de la novena, cuando Texas perdía 7-1 ante Sacramento. Incluso si el umpire hubiese fallado la decisión (no lo hizo), probablemente no habría cambiado el resultado.
Así que, en lugar de considerar los 1,098 terceros strikes cantados que ponen fin al juego entre 2005 y 2024, voy a centrarme considerablemente. Aquí, busco:
- Tercer strike cantado para terminar el juego
- Con bases llenas
- Equipo al bate perdiendo por una carrera
En estos casos, el juego terminó. Pero si ese último strike se hubiera cantado como bola, el juego habría continuado. No es lo mismo que una decisión errónea con una base por bolas para dejar al rival en el marcador 3-2, que cambia el marcador y, posiblemente, el resultado. A menos que sea con conteo completo, este tipo de error no cambia inmediatamente el marcador ni el resultado. Pero podría.
En los 20 años analizados, se registraron 25 ponches cantados para terminar el juego con bases llenas y el equipo al bate perdiendo por una carrera. Esto se compara con las 54 bases por bolas para dejar al rival en el marcador con conteo completo identificadas en el artículo de marzo. Ambas son ocurrencias poco frecuentes, pero los ponches son aún más raros. Las bases por bolas ocurren con mayor frecuencia, en parte, porque pueden ocurrir con cualquier número de outs. Hubo 29 bases por bolas con cuenta llena para conseguir dejar tendido en el terreno al rival con dos outs, en comparación con los 25 ponches que terminaron el juego con las bases llenas, dos outs y el equipo al bate abajo por una carrera.
Voy a hacer la misma pregunta que hice antes: ¿Con qué frecuencia falló el umpire la decisión? ¿Con qué frecuencia un sistema de desafío ABS, correctamente implementado, cambiaría el resultado del juego?
Como antes, usaré tres categorías de tercer strike cantado.
OK. El umpire cantó todos los lanzamientos correctamente. Juego terminado. El equipo al bate pierde. Aquí está Jason Giambi el 18 de mayo de 2005, los Yankees perdían 7-6 ante los Mariners en la novena, dos outs, bases llenas. Ron Villone lanzó tres lanzamientos a la zona de strike. Giambi, quizás pensando en otra cosa, no abanicó a ninguno. El umpire cantó correctamente los tres.

Curiosamente, Hideki Matsui hizo lo mismo con Nueva York menos de un año después, el 21 de abril de 2006, contra Baltimore. Los Yankees perdían 6-5 en la novena entrada, bases llenas, dos outs. Chris Ray lanzó seis lanzamientos a la zona de strike (el umpire cantó tres bolas) y Matsui nada más los vio pasar.

OK, pero: La decisión de tercer strike fue correcta. Sin embargo, el umpire omitió una de las decisiones anteriores, a favor del lanzador. El 2 de junio de 2008, Stephen Drew, de Arizona, vio cómo un tercer strike de Salomón Torres, de Milwaukee, ponía fin a la victoria de los Cerveceros por 4-3 con las bases llenas. Sin embargo, el segundo lanzamiento de Torres en el turno al bate fue fuera, el viejo strike de los zurdos, y debió haber sido cantado bola. El tercer strike, cantado para terminar el juego, debería haber puesto la cuenta en 3-2.

Fallo: El tercer strike debería haber sido bola; el umpire se equivocó. Johnny Damon y los Tigres de Detroit fueron castigados el 26 de junio de 2010. Abajo 4-3 con dos outs y las bases llenas, el séptimo lanzamiento de Peter Moylan de Atlanta durante el turno al bate de Damon acabó claramente fuera, pero fue cantado tercer strike, terminando el juego. Para colmo, el conteo a favor de Damon era 3-2. De haber sido correcta la decisión, habría dado la base por bolas para la carrera del empate, y juego nuevo.

El hallazgo interesante de la investigación sobre bases por bolas fue que los umpires fueron muy buenos cantando correctamente la cuarta bola en situaciones de walkoff. De las 54 bases por bolas para dejar tendido en el terreno al rival entre 2005 y 2024, 44 fueron cantadas correctamente. Solo cinco entraron en cada una de las categorías de OK, pero y Fallo. Y de las 31 que ocurrieron a partir de 2011, todas menos una (una OK, pero ) fueron correctas.
Sin embargo, los ponches que terminaban el juego con las bases llenas, dos outs y el equipo al bate perdiendo por una carrera fueron mucho más difíciles para los umpires, al parecer. Aquí está el desglose.
¿El ponche fue cantado correctamente? | |
OK | 9 |
OK, pero | 4 |
Fallo | 12 |
Desde 2005, se han cantado 25 ponches con el equipo al bate perdiendo por una carrera, con dos outs y las bases llenas. ¡El umpire principal falló 12 de esas decisiones! En otras cuatro, acertó el tercer strike, pero cantó incorrectamente otro lanzamiento en el turno al bate. Solo en nueve casos (36%), acertó todo.
Y, a diferencia del análisis de bases por bolas para dejar tendido al rival, los umpires no están mejorando. Acertaron cuatro veces en 2005 y 2006: los turnos al bate de Giambi y Matsui mencionados anteriormente, y dos más. Desde entonces, han fallado la mayoría.
Hubo dos el año pasado, ambos fallidos. El 3 de abril, los Yankees se beneficiaron, cuando el cuarto lanzamiento de Caleb Ferguson a Scott McGough con las bases llenas fue fuera, pero fue cantado tercer strike, lo que les dio a los Yankees una victoria por 6-5 en 11 entradas.

Quizás hayas oído hablar de este juego porque Geraldo Perdomo se lesionó la rodilla corriendo a primera base en la décima entrada (requeriría una cirugía de menisco), lo que obligó a los Diamondbacks a perder a su bateador designado por el resto del partido, ya que cambiaron a Ketel Marte de bateador designado a parador en corto. Con la banca vacía, McGough, el quinto lanzador de Arizona en el juego, tuvo que batear en la undécima entrada. Por lo tanto, es bastante improbable que se hubiera embasado incluso si el ponche que puso fin al juego se hubiera cantado correctamente, igualando la cuenta en 2-2.
Pero no hay una explicación similar para el juego del 4 de mayo entre los Medias Blancas y los Cardenales. El corredor zombi de Chicago anotó en la alta de la décima, dándoles una ventaja de 6-5. En la baja de la entrada, San Luis tenía las bases llenas con dos outs. El mánager de los patipálidos, Pedro Grifol, trajo a Tanner Banks, un zurdo, para enfrentar al zurdo Nolan Gorman de San Luis. Oliver Mármol contraatacó con el bateador emergente derecho Iván Herrera. En cuenta de 1-2, el lanzamiento de Banks fue muy afuera, pero no para el (mal)afamado CB Bucknor. Fin del juego.

Los ponches que terminan el juego con mayor impacto son aquellos con el equipo al bate perdiendo por una carrera, bases llenas, dos outs y conteo de 3-2. Una decisión correcta termina el juego, una incorrecta lo empata. Hubo siete strikes de tres en total. El umpire acertó tres, falló dos y cantó strike incorrectamente en un lanzamiento anterior dos veces.
Desde la perspectiva de los equipos afectados por ponches que terminan el juego con bases llenas, dos outs y el equipo al bate perdiendo por una carrera, el sistema de desafío ABS está en camino.
Gracias a Michael Shopoff por recavar los 1,098 ponches que terminan el juego. ¡Disculpa, Michael, si solo usé el 2.3%!
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